A merendar!

A merendar!

Más calórica que la cena, deberíamos además fomentar el consumo de agua y alimentos de calidad así como los buenos hábitos y conductas

A los niños les encanta merendar, así que aprovechemos esta ventaja para incluir alimentos de calidad, huir de la bollería
industrial y apostar por buenos hábitos y conductas. En un reparto de cinco comidas al día, la merienda es la cuarta colación y
realizar un aporte adecuado de nutrientes tiene su “intríngulis”. Aunque también es cierto que en la mayoría de los casos, los
niños la aceptan muy bien.
Nuestra recomendación es que la merienda tenga más calorías que la cena, pues el organismo está más receptivo a la
asimilación a esas horas de la tarde que de cara a la noche. Pero, ¿en qué consiste una buena merienda? Principalmente
tenemos que tener claras estas pautas para no equivocarnos:

— Ofrecer a los niños alimentos y no O.C.N.I.S. (objetos comestibles no identificados)
— ¡Y que beban agua!
Alimentos ideales
Las meriendas que se pueden realizar son muy variadas. Y entre ellas destacaremos las siguientes:
–Las basadas en bocadillos, por ejemplo, de pan de horno con aceite y queso, con atún, con jamón, con chorizo cular
(contiene menos grasa), con salchichón. No conviene mezclar muchos fiambres en el mismo bocadillo ya que lo que hacemos
es añadir grasa innecesariamente y los pequeños reconocen peor los sabores. Lo mejor es matizar con lechuga, tomate,
aceitunas… A esto le añadiremos una fruta pequeña.
–Un puñado de frutos secos tostados -no fritos- tales como almendras, pistachos, nueces, avellanas, dátiles, uvas
pasas, acompañados de fruta fresca jugosa. El agua de la fruta fresca ayuda a digerir los frutos secos.
–Batido de yogur con fruta entera y galletas maría. Puedes transportarlo desde casa en un botellín y que lo vaya bebiendo.
Ocasionalmente les podemos ofrecer bollería de un horno de confianza.

Alimentos y conductas a evitar
Hemos hablado de los alimentos ideales para merendar, pero también es importante destacar aquellos de los que
deberíamos prescindir. Para ello, nada mejor que evitar meriendas con O.C.N.I.S. (objetos comestibles no
identificados) tales como: patatas fritas industriales, ganchitos, pastelitos industriales, bollos, bebidas gaseosas,
donuts.
En este sentido, es importante subrayar que este tipo de productos nunca sustituyen el variado aporte de nutrientes
de una merienda bien estructurada, y además desvían la atención del niño hacia unos buenos hábitos en la selección
de alimentos.
Por último, cabe destacar la importancia de evitar que coman sin referentes ambientales sanos, como por ejemplo,
solo y viendo la televisión o jugando con maquinitas, porque:
–No genera buenos patrones de conducta alimentaria.
–Pierden la noción de lo que comen, con lo cual se fomenta la obesidad.
–No cuidan la masticación ni los buenos modales.
–No son adecuadamente corregidos por un adulto.
los niños les encanta merendar, así que aprovechemos esta ventaja para incluir alimentos de calidad, huir de la bollería.

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