Las semillas vienen dotadas de un potencial nutritivo interesante.
En contraposición van cargadas de antinutrientes. La naturaleza se defiende de los depredadores como puede: las semillas intentan caer mal. Para que te olvides de que existen y te fijes en el melocotón que tienes al lado, el pájaro que canta ..o lo que sea.Así ellas pueden germinar y convertirse en una planta completa.
Pero nosotros tenemos hambre y una inteligencia adaptada sin parangón. Por eso hemos desarrollado técnicas culinarias y formas de cultivo que nos liberen del mal de tripa.
Veamos cómo consumir alimentos muy interesantes sin tantas molestias.
No se puede comparar como eran las plantas y su composición hace miles de años: eran más tóxicas. Por eso interesa no perder toda la sabiduría que nuestros ancestros nos han legado y nosotros, por estrés, prisas y comodidad no aplicamos adecuadamente para nuestra beneficio:
- El remojo o activación ayuda a arrastrar carga de lectinas y algunos de sus antinutrientes. Potencialmente mejora su digestibilidad.
- Tostarlas ligeramente también elimina antinutrientes, pero hay que hacerlo con cuidado para no oxidar sus aceites esenciales y destruir vitaminas.
- Machacar o moler ayuda extraer el contenido nutritivo en ácidos grasos que contiene en su interior. También mejora su masticación.
- Consume junto con alimentos ricos en agua, como frutas y verduras para mejorar su digestión, la hidratación de tu tubo digestivo y el tránsito intestinal.
Aquí tenéis unas muestras de semillas: van a tener aportes interesantes de aceites omega 3 y 6 vitaminas del grupo B y vitamina E, de proteína y fibras de todo tipo solubles e insolubles.
Cuando las germinamos potenciamos al máximo su contenido nutritivo. Algunas personas con enfermedades autoinmunes deben evitar ciertos germinados.
¿Consumes semillas en tu alimentación, cuáles son tus favoritas?